viernes, 5 de diciembre de 2014

Sobre ultras y corruptos

¿Increíble, no? Hacia mucho que no me animaba a escribir algo en este blog, pero se ha dado la casualidad de que en las últimas semanas hemos tenido todo un aluvión de noticias, sobre dos temas, en principio inconexos, que me han han hecho reflexionar, y me han llevado a pensar que ambos temas están más relacionados entre sí de lo que a priori podríamos pensar.

El primero de esos temas son los ultras, la palabra en sí ya tiene un tono que invita a la reflexión, reflexión que voy a hacer desde el conocimiento de lo que hablo, porque como más de uno y más de dos sabéis, yo mismo he sido parte durante muchos años de mi vida de lo que a mi me gustar llamar "Fondo Sur" del Vicente Calderón, mucho antes que "Grupo Ultra" o "Frente Atlético". El Fondo Sur donde como todo el mundo sabe, hasta la fecha se ubicaba el Frente Atlético, es mucho más que el grupo ultra, es una zona del campo donde se vive el fútbol de una forma diferente, donde la prioridad es animar al equipo y donde el 90% de la gente va a pasárselo bien. Los que acuden al fondo sur del calderón son hinchas aférrimos del Atlético de Madrid, forofos a los que mucha gente no entiende, pero gente sana. En muchos casos, son los mismos chavales que fin de semana tras fin de semana animan a la Demencia, la famosa peña del C.B. Estudiantes, cuyos cánticos dicen bien a las claras como son sus integrantes: "La Demencia, anima sin violencia". Lamentablemente existe un 10% adicional de gentuza, en muchos casos delincuentes, que efectivamente se entremezcla con el 90% restante y de ahí sale lo que sale.

Y el segundo de los temas son los políticos corruptos, aquellos que haciendo un uso inapropiado del lugar que ocupan y del poder que desempeñan, realizan acciones delictivas para enriquecerse directa o indirectamente a través de beneficios concedidos a familiares y amigos. Los políticos corruptos se mezclan con el resto de gente honrada que conforma la clase política, y el resultado es la opinión generalizada de que todos son iguales, cuando al igual que ocurre en el caso de los ultras es más que probable que sólo una minoria de los que conforman dicho grupo sean los que cometen acciones que les conduce a ser catalogados como corruptos.

Pues bien ambos, ultras y políticos corruptos tienen muchos puntos en común y si no me creéis seguir leyendo.

El primero y más importante es que en ambos casos la sociedad se echa las manos a la cabeza de forma airada, los desprecia, les tacha de algo con lo que hay que acabar sin darse realmente cuenta que tanto la corrupción como la violencia, son males estructurales y problemas de nuestra sociedad, que sólo podrán atajarse si desde el principio educamos a nuestros hijos en unos valores diferentes.

Me explico para que todo el mundo me entienda, en el caso de la violencia, y en relación a la reyerta con homicidio incluido que se produjo este fin de semana coincidiendo con el partido Atlético de Madrid vs Deportivo de la Coruña, este es el tema estrella de la totalidad de los periódicos, tertulias en radio y televisión de la mayoría de los medios de nuestro país durante esta semana. Todo el mundo está de acuerdo, yo incluido, en que hay que erradicar la violencia de los campos de fútbol, lo que cínicamente nadie admite es que la violencia no está sólo ubicada en los fondos donde se sientan los ultras, la violencia y la mala educación están repartidas a lo largo y ancho de todo el campo, incluyendo sin ningún lugar a dudas los asientos de tribuna. ¿Que no os lo creéis? Muy fácil, comprar una entrada en tribuna para ver cualquier partido de fútbol en cualquier campo de España y acudid a dicha cita ataviados con la bufanda y la camiseta del equipo rival.

Mucha gente en el fútbol se transforma, insulta de forma airada al árbitro y al equipo rival, y adopta una actitud que si alguien la adoptase en su casa, francamente, se asustaría. Esto es una realidad, tan real, que aquellos que hemos tenido la fortuna de ser padres y a los que nos encantaría poder hacer con nuestros hijos lo mismo que nuestros padres hicieron con nosotros nos da que pensar: ¿de verdad es ese ambiente el que yo quiero que mis hijos vean?¿cómo le explico yo a mi hijo que desgraciadamente en el campo hay "borregos", porque no se pueden llamar de otra forma que no se saben comportar?¿Qué dirían esos mismos borregos si fuese yo el que acudiese a la puerta del colegio de sus hijos y soltase por mi boca la mitad, y digo la mitad, de las barbaridades que él suelta en cada partido? Por favor, pensemos en ello, respondamos con sinceridad, y reflexionemos sobre los ríos de tinta que se han escrito estos días afirmando que si echamos a los ultras de los campos de fútbol estaremos acabando con la violencia.

Y ahora diseccionemos el problema de la corrupción, pensemos en él y veamos si realmente es un problema localizado o nuevamente es un problema de valores de nuestra sociedad, y para ello nada mejor que pensar en qué haríamos nosotros si mañana estuviésemos en una posición similar a la de aquellos que hoy sabemos que delinquen, o mejor antes de eso, contestemos a las siguientes preguntas: ¿cuánta gente hay en este país que ha solicitado una baja médica a su médico de cabecera sin estar realmente enfermo?¿cuántas personas hay en este país, que disfrutan de una invalidez permanente sin estar realmente "impedidos"?¿cuántas personas hay que han tenido la mala fortuna de ser despedidos, han empezado a cobrar el paro, y durante el tiempo que cobraban la prestación se han buscado otros trabajos que cobraban en dinero B? Si somos 100% sinceros y contestamos con la verdad a estas preguntas, ¿de verdad nos extraña que alguien que puede influir en el resultado de una adjudicación intente sacar partido de su posición y sacarse algún tipo de prebenda a cambio?¿cuántos en este país habrían dicho que no a una tarjeta black de las que adjudicaba a diestro y siniestro Caja Madrid?¿cuántos no se irían a Canarias, si mañana en el trabajo les diesen la oportunidad de acceder a billetes de avión ilimitados sin necesidad de justificar o dar explicaciones a nadie?

Resumiendo ultras y políticos corruptos, violencia y sin vergüenza son males endémicos de nuestra sociedad, y una de dos, o educamos a nuestros hijos de una forma diferente, con unos valores diferentes o a buen seguro, no acabaremos con ellos ni ahora ni nunca.

En segundo lugar en ambos casos son un problema que afecta a una minoría del colectivo pero que sin embargo afecta muy negativamente a la imagen que se tiene de la totalidad de las personas que conforman dicho grupo, Yo realmente creo que sólo un 10% de los políticos y de los forofos que se sientan en los Fondos Sur, son los problemáticos, pero en ambos casos la sociedad generaliza, y en cierta medida con razón.

En tercer lugar, una parte importante de que esto sea así, y de que se produzca una opinión generalizada la tienen los políticos y los que se sientan en el Fondo Sur, y digo esto porque los que más pueden y deben hacer para erradicar a ese 10% indeseable es el 90% restante, y para ello nada mejor que combatir el problema desde dentro, y en ese combate no hay lugar para signos de tibieza ni de flaqueza. Es una vergüenza que políticos cuyo comportamiento está totalmente en entre dicho, contra los que se han enseñado múltiples pruebas sigan en su cargo, en la Comunidad en la que yo vivo hay múltiples ejemplos, pero también los hay en Andalucía, en Cataluña, en Madrid, y hasta en las proximidades de la casa Real. Es una vergüenza que con la que está cayendo el presidente del Congreso salga y defienda la política de no publicar los viajes de los diputados, es una vergüenza que llevemos oyendo dos años que la ministra de sanidad y su marido tuvieron múltiples negocios con la trama Gürtel y que no se la releve hasta ahora, es una vergüenza que el presidente del gobierno le mande un sms de apoyo al Sr. Barcenas. Resumiendo que el 90% de los políticos no son culpables de ningún delito, pero si lo son en cierta medida de no poner las medidas para echar sin ningún tipo de dudas a los que delinquen,

Y algo parecido ocurre en los campos de fútbol, es una vergüenza que cualquiera pueda insultar y soltar improperios en el campo y que no le pase nada, en todos esos casos habría que establecer un derecho de veto en el acceso para aquellos que no sepan comportarse, es una vergüenza, que se canten algunas de las cosas que se cantan sin que nadie diga nada y no pase nada, ¡ole la UEFA! que a las primeras de cambio te cierra todo un sector por gritos xenófobos e inapropiados, es una vergüenza que un aficionado tire un objeto al campo, y que el que esté sentado a su lado no le diga nada.

Los que más pueden hacer para erradicar la violencia de los campos son los que conforman esa grada joven en el fondo sur del estadio, y los que más pueden hacer para erradicar la corrupción de las instituciones son los propios políticos.

Y hasta aquí mi entrada, ¿qué opináis, son o no son similares?