Sin que sirva de precedente escribo este segundo post en dos días consecutivos sólo con un objetivo:
Dar las GRACIAS DE TODO CORAZON a todos los que ayer me acompañasteis y seguro que empujasteis desde casa para que ganase el Atleti
Y empiezo la lista por una que estoy seguro que no empujó tanto pero se alegró por mi tanto o más que los demás (muchas gracias por todo, por la casa también), la sigo por los de casa, incluyendo también a los que no viven en mi plaza de Neptuno y la continuo con todo ese pedazo de montón de amigos que ayer me demostrasteis por qué os quiero tanto.
Cuando escribí el Post de ayer lo hice super contento, y no pensé ni que lo iba a leer tanta gente, ni que iba a emocionar tanto, pero para sorpresa mía, mi mujer le dio algo de publicidad y todos los que estáis leyendo hoy lo leísteis con cariño. Y ese es el motivo por el cual estoy escribiendo este, porque aunque sé que ya lo sabéis, no está de más que os diga que os quiero un huevo.
Lo de ayer fue la leche, impresionante, empezar perdiendo 1-0, darle la vuelta al partido y acabar ganando en el Bernabeu, le dio sentido en 120 minutos a 14 años de decepciones. Lo que viví en el campo indescriptible, delante mía un abuelo, con el padre y con el nieto, el niño no tendría más de 9-10 años, y por supuesto no había visto ganar al Madrid en su vida, vi llorar a los tres, y es que no es fácil controlar la emoción, yo por lo menos no puedo, y oír cantar el himno del Atleti a capela, rodeado de 50.000 como tú, no es que emocione, es que pone los pelos como escarpias.
Hora y media después todavía seguíamos cantando y si no es porque nos apagaron las luces allí que nos habríamos quedado, a vivir, con la bandera del Atleti clavada en el punto de penalti de nuestra portería, y con 50.000 afónicos llorando para que salieran una vez más los toreros. Y fuera, madre mía fuera, cuánta rabia contenida en 14 años de sinsabores, y que forma de dar salida de golpe a tanta emoción, allá donde fueses había coches pitando y banderas del Atleti hondeando
En fin que no os aburro más, que me vuelvo con el orgullo de poder decir: Yo estuve allí, y con la seguridad de que con Simeone en el banquillo habrá más momentos como este, muchos más, y si no los hay no importa, lo único que realmente importa es que somos del Atleti...
Ole, Ole, Ole, Cholo Simeone
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