miércoles, 5 de septiembre de 2012

Mezclando el mundo real con el digital


Hace 2-3 años, cuando explotó el boom de internet móvil con la llegada de las redes sociales, el iPhone, YouTube, y tantos otros servicios que parece que llevan aquí toda la vida cuando en realidad acaban de llegar, se escribieron toneladas de tinta hablando del nuevo mundo digital, de las generaciones digitales y de los analfabetos digitales, entre los cuáles yo me incluyo.

Entre los muchos contenidos y libros hablando sobre la materia, yo leí dos: Todo va a cambiar y Cómo lo haría Google que abordaban aspectos varios sobre el impacto real y sobre todo el potencial, que la economía digital podría tener sobre la realidad de nuestro día a día.

Si bien debo decir que ninguno de los dos me aportó grandes novedades, si debo reconocer que me hicieron reflexionar sobre temas varios, algunos de los cuales se trataban en los libros y otros no. Y uno de los temas sobre los que llevo ya un tiempo pensando es la convergencia entre el mundo real y el mundo digital.

Esto que a priori podría parecer una película de ciencia-ficción a día de hoy ya no lo es tanto. En los últimos meses hemos visto avances como las gafas de Google, la aparición de las impresoras 3D, o el desarrollo de servicios cada vez más avanzados soportados por la combinación de un smartphone con algún tipo de dispositivo complementario que a buen seguro son el anticipo de algo mucho más grande y que creo cambiará nuestras vidas.

Eso me ha llevado a descubrir un mundo de inmensas posibilidades que podrían dar lugar a infinidad de nuevos servicios que originen nuevos negocios y que ebullen en mi cabeza: desde un mundo virtual basado en un buscador social que combina guias especializadas con espacios de degustación físicos, en forma de tiendas de productos gourmet, hasta apps inteligentes que te permiten controlar desde tu teléfono móvil cualquier tipo de dispositivo electrónico de tu hogar para mejorar así el consumo energético.

En fin que creo que el futuro pasa por la convergencia de ambos mundos y en los próximos meses/años vamos a ver infinidad de avances que haciendo uso de datos digitales a buen seguro nos ayudarán a vivir de una forma mucho más cómoda y mejor.

Las aplicaciones son infinitas y sólo hay que darle un poco de tiempo al tiempo y dejar volar la imaginación, pero este es un campo apasionante que está aquí para quedarse, ¿se te ocurre algún tipo de aplicación?

martes, 28 de agosto de 2012

¿Dónde estará mi iPhone?


A finales del mes de Julio, decidí darle una oportunidad a mi nuevo Windows Phone, un Nokia Lumia 800, por aquello de que no se diga que no he probado todas las plataformas (a día de hoy la única que no he probado y que creo que ya no probaré es la de RIM). Y en base a la experiencia de todo un verano, me he animado a escribir un Post, dando mi opinión sobre los tres principales plataformas de móviles inteligentes: iOS, Android y Windows Phone. 

Resumiéndolo mucho: no hay color, mi iPhone gana por goleada. Los motivos:
  • Es mucho más fácil de configurar que cualquiera de las otras dos plataformas, cuando estrenas el iPhone y lo enchufas prácticamente se configura sólo, vamos que hasta mi madre podría hacerlo sin mi ayuda, en este ámbito colocaría en el extremo opuesto a Android, que posiblemente sea mucho más potente en cuanto a opciones de configuración, pero que es cero intuitivo para gente torpe como yo.
  • Tiene muchas más aplicaciones que Windows Phone. Este es el principal talón de aquiles de la plataforma de Microsoft, a día de hoy no puede competir en aplicaciones con las otras dos plataformas: iOS y Android. Algunas ausencias que para mi uso diario son notables son: Hootsuite, Waze y la aplicación de mapas, que para mi es fundamental y en el Windows Phone funciona fatal.
  • El iPhone, es infinitamente más usable que los otros dos teléfonos, o lo que es lo mismo, a Nacho y Constan Jr les resulta mucho más fácil de utilizar.  La agrupación por pantallas y la posibilidad de agrupar aplicaciones en carpetas son dos opciones que hecho notablemente de menos en el Windows Phone y que no veo igual de bien resuelta en Android.
  • La navegación sobre las aplicaciones abiertas está mucho mejor resuelta en el iPhone que en el Windows Phone.
Sin embargo, debo reconocer que hay algunas cosas del Lumia 800 que me han gustado mucho:
  • La posibilidad de anclar a la barra de inicio no sólo aplicaciones sino funcionalidades concretas de aplicaciones. Por ejemplo, hago una búsqueda en twitter y anclo la búsqueda al menú de inicio. 
  • Algunas aplicaciones funcionan mejor en el Windows Phone que en el iPhone, concretamente las apps de El Mundo, El País y Marca, me gustan mucho más y funcionan mejor, la navegación me parece que está mejor resuelta y la forma de compartir contenidos en redes sociales, pudiendo publicar a la vez en varias plataformas me gusta mucho más que el funcionamiento en el iPhone, donde por ejemplo no puedo publicar una noticia de El País en Twitter porque siempre me da error.
  • La pantalla es infinitamente más dura, la pantalla del iPhone se raya con mirarla, y ese es el motivo por el cual decidí no llevármelo a la playa y la del Lumia parece tan resistente como la superesfera de mi reloj que está impecable como el primer día.
  • La cámara del Lumia 800 es mejor que la de mi iPhone 4, pero aquí creo que la comparación no es justa y se debería hacer con el 4S que yo no he probado y sobre el que no puedo opinar.
En fin, que aunque me ha gustado mucho la experiencia del Windows Phone echo mucho de menos mi iPhone, y he aquí mi problema, no sé lo que hice con él. Cuando me fui de vacaciones "creo" que lo guardé y para mi desgracia no lo encuentro. Lo he buscado en el cajón de las servilletas, en todos los muebles de la cocina, por supuesto en mi mesilla de noche y en todos los cajones de la cómoda, pero nada, no aparece. Llevo dos días intentando hacer memoria sobre lo que hice con él, algún graciosillo/a me ha sugerido que los busque en el cajón de las patatas, pero nada sigue sin aparecer. En fin, hablaré con mi madre y le ataré los huevos a San Cucufato.

PS. Actualizaré el Post a medida que avance en la búsqueda, me vendría bien tener ayuda, así es que si alguien se anima, se admiten sugerencias.

lunes, 13 de agosto de 2012

Temporada nueva, aires nuevos, pero antes 52 semanas de #ELVINODELASEMANA


Hola de nuevo, recuperada mi vida, después de varios meses muy intensos de caída de actividad social por culpa de un proyecto, retomo mi actividad en el Blog, con muchísimas ganas y dándole muchas vueltas a los temas sobre los que voy a escribir en los próximos meses.

Cerrada la etapa de #siyofuerapresidente, viendo el desastre de país en el que vivimos, el bajísimo nivel de aquellos que nos gobiernan ahora, de los que nos gobernaron en el pasado y de los que posiblemente nos gobernarán en el futuro he decido dar un giro al Blog, dejar de hablar de temas fáciles como la prima de riesgo y empezar a hablar de otras ideas que se encuentran muy relacionadas con mi trabajo diario y donde realmente creo que podría aportar ideas nuevas sobre temas como el empleo de dispositivos móviles para la prestación de servicios públicos, el desarrollo de nuevos servicios sobre la base de plataformas sociales o la importancia de avanzar con paso firme hacia el Open Government.

Pero antes, y aprovechando que nos encontramos inmersos en pleno periodo vacacional, he decido escribir un post veraniego, recopilando mis 52 semanas de #ELVINODELASEMANA, una iniciativa que empecé a publicar animado por algunos de mis amigos a los que como a mi, les gusta el vino, y que creo que no voy a continuar porque tengo la sensación de que los que empezaron a seguirlo fielmente, se han ido desinflando poco a poco...

En cualquier caso, y a modo de despedida estas son las 52 semanas del vino de la semana:

  1. Bodegas Mustiguillo: Mestizaje, Finca Terrerazo y Quincha Corral
  2. Cillar de Silos 2005
  3. Tierra
  4. Dominio de Tares Cepas Viejas 2007
  5. Gran Vos 2001
  6. Belondrade y Lurton 2008
  7. Finca Sandoval 2007
  8. Mirto
  9. Viña Lanciano Reserva 2004
  10. Torre Julia Reserva 2004
  11. Venta del Puerto Nº 12
  12. Albret 2009
  13. Altos de Luzón 2005
  14. Gran Colegiata Crianza 99
  15. Tarlant Rose 97
  16. AN2
  17. Nou Nat
  18. Acero 2009 Marimar Estate
  19. Jose Luis Ferrer
  20. Abadia Retuerta Pago de los Abades 2000
  21. Allende 2005
  22. Roda I 2004
  23. Mar de Saó
  24. Spira 2007
  25. Mencal 2010
  26. Tábula 2005
  27. Enate Merlot-Merlot
  28. Calvente Finca la Guindalera 2010
  29. Gomariz X 2010
  30. Retamas de Regajal 2009
  31. Arroyo Reserva 2006
  32. Felix Azpilicueta Reserva 2006
  33. Dominio de la Vega Brut Reserva Especial
  34. Pago de Tharsis Vendimia Nocturna
  35. Raíz de Guzmán 2004
  36. Bernard Pitois Brut Reserve Premier Cru
  37. MR 2009
  38. Castaño Colección
  39. Viña Ardanza Reserva Especial 2001
  40. Dominio de Berzal Crianza 2006
  41. Manzanilla Pasada Pastrana
  42. Marimar Estate la Masía Chardonnay 2008
  43. Carramata 2010
  44. Astrales 2008
  45. Fenomenal 2011
  46. A coroa 2010
  47. FIDE
  48. Casa Cisca
  49. Antonio Montero Ribeiro
  50. Excepcional Harvest Ximenez Spinola
  51. Caus Lubis 2001
  52. Como despedida y novedad de esta lista, lo que más me ha gustado hasta la fecha del verano: 12 volts 2010
Feliz Verano a todos y que lo bebáis MUY BIEN, nos vemos de vuelta en septiembre!!!

miércoles, 23 de mayo de 2012

Quiero ser empresario de mi vida


Una de las consecuencias positivas que ha tenido el convertirme en un viajero incansable al más puro estilo Willy Fog es que he aprovechado una parte de mis viajes para recuperar una afición que últimamente tenía bastante abandonada a pesar de que es una de mis aficiones favoritas: leer.

Sí, he vuelto a leer, y tras un primer libro fácil de toma de contacto, para el segundo elegí uno sobre el que tuve serias dudas sobre si leer o no: la Crisis Ninja de Leopoldo Abadía. Tuve dudas porque sabía de sobra que el libro daba una explicación sobre el origen de la crisis actual, y como es un tema muy manido, sobre el que había leído muchas cosas y tenía muchas ideas, creía que no me iba a aportar nada nuevo.

Pues bien nada más lejos de la realidad, el libro es una explicación excelente sobre los motivos que han desencadenado la crisis actual, para ello habla de los ninjas (no income, no job, no assets), del banco de Illinios, y de como una serie de artificios financieros en una economía global han desembocado en la mayor crisis financiera que hemos sufrido en el siglo XX y XXI. Y todo esto lo explica de una forma tan amena y tan sencilla que hasta un inculto como yo, en materia de productos bancarios, es capaz de comprenderlo sin mayores problemas. Sin embargo, no es la explicación de la crisis lo que me ha llevado a escribir esta entrada, es más bien una parte del libro, en la que parece que ya está cortado todo el bacalao, donde por momentos tienes la impresión de que va ser otros más de los muchos libros que he leído que analiza las causas pero no entra en las soluciones y de repente va y te sorprende.

Y en mi caso la sorpresa viene motivada porque está totalmente alineada con mi teoría, con la que os conté ya hace bastantes entradas, esa teoría en la que os decía que la solución a la crisis actual está en cada uno de nosotros, en nuestra actitud, en dejar de echarle la culpa al gobierno o a los bancos para ponernos manos a la obra, a buscar soluciones de verdad. Y me ha encantado porque une esta idea a otra de la que también he hablado en alguna entrada y que viene a decir que esta crisis es en parte una crisis de valores, cuya única solución pasa por dedicarle más tiempo a la familia, a nuestros hijos, a nuestra mujer, a estar más tiempo con ellos y escucharles, comprenderles y quererles.

En concreto todo esto se enmarca en un capítulo en el que habla de que tenemos que ser "empresarios de nuestras vidas", y eso pasa por ser "empresarios de nuestras familias", y dice así:

"La ilusión - la felicidad - en una familia está cimentada en un montón de cosas pequeñas, aparentemente sin importancia... Porque los detalles pequeños no se tienen, se viven.

Un día me puse a pensar sobre este tema y me salió una lista de cosas pequeñas que podemos intentar hacer en nuestra vida diaria. Porque lo normal es que hagamos muy pocas cosas grandes, famosas e importantes, pero sí podemos ser capaces de hacer muchas pequeñas, que convertiremos en grandes e importantes al ponerles toda nuestra voluntad e ilusión:
  • Nos tenemos que interesar por lo que nos cuenta cada uno de los componentes de nuestra familia. Tenemos que aprender a escuchar. Hacen falta menos "charlatanes" y más "escuchatanes", como decía un amigo mío.
  • Flexibilidad. A veces los horarios no se cumplen, los planes familiares se tuercen, aquello para lo que habíamos puesto tanta ilusión y ganas no sale bien. Hay que aceptarlo sin dramas. Es más, con buen humor, que es la forma de convertir cualquier problema pequeño o grande en un motivo para ser optimista.
  • Tranquilidad. Sin manías. Hay que vivir la virtud del orden y otras y hacerlas vivir, pero sin neurosis que las hagan odiosas a nuestra mujer o marido y a nuestros hijos.
  • Nuestra familia debe ser optimista. Tenemos que evitar que las conversaciones se deslicen al más negro de los pesimismos, ante lo "mal que está todo en la actualidad".
  • Sonreir todo lo que podamos, con heroísmo a veces.
  • No dejar de pasar ocasiones de decir algo amable.
  • Abortar en su inicio cualquier pequeño conflicto. Es curioso ver con qué frecuencia se originan en las familias serios problemas que son absoluta y estúpidamente desproporcionados a las causas que los produjeron.
  • Confiar siempre en quien está al lado nuestro y sobretodo en nuestros hijos. Yo sé que los hijos no siempre dicen cosas que se ajustan plenamente a la verdad, pero hay que confiar en ellos, con todas las consecuencias... Y desde luego, respetar su intimidad.
  • Dar importancia a cada uno individualmente. Tanto si la familia es de muchos hijos o de uno. Da igual.
  • Se celebra todo. En las familias hay santos, cumpleaños, aniversarios. Son motivos de unión, de alegría, de romper con la posible monotonía que puede producirse en la vida. Y hay que hacer que los que están fuera escriban o llamen. Porque así se hace familia.
  • Pedir perdón. Nadie acierta siempre. Los padres y madres, tampoco. Y es bueno ir al hijo al que se le echó una bronca destemplada y decirle: "Perdón, estaba nervioso". Y eso no merma en absoluto la autoridad, al contrario, la refuerza.
  • No empecinarse en las discusiones. La mayor parte de las cosas son opinables.
  • Contar cosas profesionales. Nuestros hijos tienen que saber a qué nos dedicamos.
  • Ser respetuoso con la libertad de los hijos.
  • Y por último, hay que recordar que la familia es de todos, no sólo de los padres, que los problemas son de todos, no sólo de los padres, y que la sacan adelante todos, no sólo los padres.
Y este es un tema importante. Porque he dicho ya, es la base de otras muchas cosas."




viernes, 20 de abril de 2012

Yo ya soy presidente...

De mi comunidad, y no os vayáis a creer que lo soy por vocación, yo más bien diría que lo soy por accidente. Ocurrió en el mes de septiembre, recién llegado de las vacaciones, el día anterior a la junta de vecinos mi mujer me dijo: "Este año te toca a ti ir a la reunión, sólo te voy a pedir una cosa: ni se te ocurra presentarte a presidente, que te conozco", a lo que yo obviamente contesté: "por encima de mi cadáver...". El resto, aunque mi mujer no se lo crea fue un cúmulo de mala suerte, le tocaba al vecino de la puerta 2, pero este dijo que él no podía porque viajaba mucho y sinceramente, me pilló en fuera de juego, de hecho me pilló corriendo porque llegaba tarde a la reunión y nada más llegar me dijeron: "tenemos que hacerte una pregunta", y ese fue el principio del fin, me bloquee, no se me ocurrió nada que inventarme y sólo puede añadir: "bueno, si funcionáis por turnos y me toca a mi que se le va a hacer, sólo espero que alguien me ayude a contárselo a mi mujer...".

Como ya habréis podido comprobar, con esta entrada rompo la saga que tanto éxito está despertando mi ya famoso #SIYOFUERAPRESIDENTE, el motivo es que me he cansado de que el Presi de verdad no me haga caso, y como además ha adoptado un par de medidas con las que yo personalmente estoy muy de acuerdo, como el pago generalizado por receta o la subida de las tasas universitarias, he decido dejar el país en sus manos, que seguro que lo hace mucho mejor que yo y volver a mis banalidades, que para algo este Blog es mío y hablo en él de lo que quiero.

Aparte de estar un poco cansado tengo otros motivos de mayor peso, en los últimos dos días me han pasado un montón de cosas que por un lado me hacen estar MUY CONTENTO y por otro un poco triste. Llegue ayer a Madrid con el único objetivo de asistir al AppFest, y sin comerlo ni beberlo me encontré con un aluvión de buenas noticias: he vendido un proyecto que me apetece un montón y que el jueves por la mañana ni existía, vi ganar a mi Atleti en un partidazo que hacía muchos años que no veía en el Calderón y esta mañana he sumado a una pedazo amiga en Facebook...

Como os podréis imaginar todo eso es lo que me hace estar muy contento, lo que me hace estar un poco triste es que el proyecto hay que hacerlo, y aunque es el típico proyecto corto y difícil de ocho semanas, me va a obligar a pasar mucho tiempo en Madrid, y eso va contra uno de los objetivos que me marque a principios de año: "Pasar al menos tanto tiempo con Nacho como pasé el año pasado". Además ese es el verdadero motivo por el que me voy a ver obligado a suspender mi línea editorial, porque dudo mucho que me de tiempo a escribir nada que no sean entregables.

Resumiendo que aunque me apetece mucho el proyecto no me apetece nada dejar de ver todos los días al gordo y a la que sin lugar a dudas es la mejor mamá del mundo para el gordo, no sólo porque él lo crea, que lo cree, sino por que si no lo fuese no la habrá elegido yo para ser su mama (¿o acaso fue al revés?).

Y hasta aquí mi entrada, creo que es la más corta y rápida que he escrito hasta la fecha, posiblemente esté muy vacía de contenido, pero viendo como está el patio y lo mal que va todo me apetecía escribir algo así y darme el gustazo, total, el Blog es mío.

Con vuestro permiso, en esta ocasión dedico la entrada: Va por ti JJ aonde quiera que estés...



jueves, 12 de abril de 2012

Si yo fuera Presidente preguntaría a los ciudadanos qué prefieren


No tocar nuestro actual modelo de Administraciones Públicas y hacer recortes en el modelo actual de prestación de servicios o no tocar los servicios y centralizar competencias con el objetivo de tener unos servicios sanitarios, educativos y judiciales que optimizan el uso de los recursos disponibles para prestar unos servicios públicos de calidad y sostenibles en el tiempo.

¿De verdad hace falta que hagamos la pregunta? Yo creo que no, que la mayor parte de los ciudadanos de este país tiene claro que no existe la "gripe vasca", que una vacuna contra el sarampión es igual en Valencia que en las Palmas y que el diagnóstico y tratamiento de un tumor no depende de la Comunidad Autónoma en la que residas, resumiendo que los servicios sanitarios deberían ser igual en todas partes.

Si en lugar de sanidad hablamos de justicia, tres cuartos de lo mismo, en un porcentaje muy elevado las leyes son iguales y las mismas para todos, un robo es un robo con independencia de si se comete en Marbella o en Zamora, no existe el "divorcio andaluz", y un delito de cohecho impropio es igual en Barcelona que en Mallorca, a no ser que seas el expresidente de tu Comunidad Autónoma y el que te juzgue sea un jurado popular, pero incluso aunque así sea, una argumento más para hacer cambios en el sistema actual.

Y por último si hablamos de educación y el que está leyendo esta entrada es uno de los que actualmente defienden el estado de las autonomías dirá: "aquí sí que no, en materia educativa existen diferencias notables derivadas de la entidad cultural de cada Comunidad que aconsejan que la competencia en esta materia se mantenga descentralizada", o lo que es lo mismo, la educación no debería ser la misma en Madrid,  en Extremadura, en Galicia, en el País Vasco o en Cataluña, y nuevamente discrepo. En este caso coincido en que existen diferencias culturales que pueden llevar a personalizar una parte de los contenidos educativos, pero discrepo en que para que esto sea posible necesitemos mantener las competencias descentralizadas, y la mejor forma de entenderlo es con un ejemplo: el surtido de un supermercado del Corte Inglés en Sevilla no es el mismo que en Galicia, el 80% de los productos coincide, la Cocacola, el Colacao, el Ariel o el K7 son los mismos, pero el otro 20% es lo que conoce como surtido local, y normalmente está compuesto por productos locales que tienen una mayor demanda entre los clientes de cada supermercado, pero el hecho de que cada supermercado tenga su propio surtido no quiere decir que los supermercados se gestionen de forma diferente, con sistemas de información diferentes, políticas de recursos humanos diferentes y distribuciones en tienda diferentes, todo lo contrario. Resumiendo: ¿por qué no puede ser posible gestionar esas diferencias con un sistema educativo centralizado, único e idéntico para todas las Comunidades Autónomas? Yo creo que es mucho más lo que une que lo que separa y que más del 80% de los contenidos son iguales en todas las Comunidades Autónomas.

Por lo tanto en ningún caso se justifica el modelo actual, un modelo que contempla 17 modelos distintos, con herramientas distintas y personas distintas, un modelo que no busca sinergias sino diferencias, y que le duela a quien le duela no consigue unos servicios públicos de más calidad por el hecho de tender a la personalización, más bien todo lo contrario.

Las empresas privadas se fusionan y generan sinergias, comparten recursos horizontales, unifican procedimientos y aprovechan las mejores prácticas y capacidades de cada empresa para generar una nueva más fuerte y más competitiva, ¿tan diferentes son las Administraciones Públicas?¿de verdad alguien cree que por tener competencias descentralizadas los servicios que perciben los ciudadanos son mejores?¿de verdad hay motivos que justifiquen esta descentralización? Yo lo tengo claro, mi opinión es que no, y hasta el día de ayer yo pensaba que el único partido que tenía claro que esto no era así era UPyD, que desde hace ya mucho tiempo incorpora esta idea en su programa, pero las declaraciones de Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid, defendiendo un proceso progresivo de descapitalización y "cierre" de las Comunidades Autónomas me hicieron albergar un hilo de esperanza, hilo que rápidamente se encargo de romper nuestro presidente de verdad, Don Mariano Rajoy, que aseguró que en ningún caso se va a revisar el estado de las Autonomías.

Pues bien, yo creo que si preguntásemos a los ciudadanos la respuesta sería clara y rotunda, antes de tocar el catálogo de servicios que componen lo que conocemos como nuestro estado del bienestar, toquemos nuestro modelo de Administraciones Públicas, para reformularlo, simplificarlo y mejorarlo para ser capaz de hacer más con mucho menos, rompamos con la España de los "cortijos autonómicos" y dejemos de tener 17 gobiernos para tener uno único fuerte, eficiente y eficaz.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Si yo fuera presidente sustituiría todos los sistemas de identificación por el DNI electrónico


Porque igual es que yo soy muy tanto pero que alguien me diga si tiene sentido que en pleno siglo XXI, contando con un sistema de identificación único como el Documento Nacional de Identidad en versión electrónica, todavía llevemos en la cartera el carnet de conducir, la tarjeta sanitaria, la tarjeta de la seguridad social, etc, etc, etc.

Siendo sincero hasta la llegada del DNI electrónico tampoco tenía mucho sentido, el DNI en su formato tradicional ya es un número de identificación único, y en consecuencia partiendo de ese dato y de cualquier dispositivo con acceso a Internet, se debería poder comprobar si un ciudadano tiene permiso de conducir, si tiene acceso al sistema de salud pública o si está afiliado a la seguridad social.

Si acudimos a la página del Ministerio del Interior en la que se describe el DNI electrónico, literalmente dice: "el Documento Nacional de Identidad electrónico (DNIe), similar al tradicional y cuya principal novedad es que incorpora un pequeño circuito integrado (chip), capaz de guardar de forma segura información y de procesarla internamente". En la actualidad dicho chip almacena, además de los certificados que acreditan la identidad de su propietario, gran cantidad de información y datos de interés relacionados con el propietario del DNIe, y en consecuencia sería sumamente fácil incluir junto con dicha información la relacionada con el carnet de conducir, la tarjeta sanitaria, el número de afiliación a la seguridad social e incluso si puede o no acceder a las instalaciones deportivas municipales o si puede o no sacar un libro de la biblioteca municipal.

La cuestión es, ¿Para qué nos serviría disponer de un sistema de identificación único y cuánto dinero le supondría la puesta en marcha de un sistema como este a nuestras Administraciones? Si dispusiésemos de un sistema de identificación único sería mucho más fácil acceder al historial clínico de un paciente en cualquier lugar de España, saber cuántas ayudas en forma de subvenciones recibe de la Seguridad Social, cuántos días estuvo de baja el año pasado y cuántas infracciones de tráfico tiene pendientes de pago, y todo ello con una visión integral y unificada del ciudadano.

Esta visión integral y única facilitaría herramientas muy potentes para luchar contra el fraude, permitiría optimizar los servicios actuales y generar otros nuevos de alto valor añadido, reduciría el número de funcionarios actualmente dedicados a la emisión y renovación de carnets varios, ahorraría una buena cantidad de dinero en el material plástico con el que están elaborados y generaría ahorros importantes en el mantenimiento correctivo y evolutivo de los sistemas de información.

Por contra la puesta en marcha de un sistema de identificación único obligaría a nuestras Administraciones Públicas a adaptar sus sistemas de información para emplear dicho sistema y requeriría la extensión del DNIe a los recién nacidos.

Y todo ello sin hablar siquiera de la comodidad que sería para un ciudadano poder llevar en un único carnet toda esa información. Resumiendo, lo mires por donde lo mires son todo ventajas, pero sin embargo nada más lejos de la realidad.


miércoles, 21 de marzo de 2012

Si yo fuera Presidente lanzaría un reto a los empleados públicos


Implicándoles en los cambios que sí o sí, vamos a tener que hacer en nuestras Administraciones Públicas para ajustar los presupuestos y reducir el déficit hasta llegar a eliminarlo. El reto que yo les propondría es el siguiente: para reducir el déficit de nuestras Administraciones, sin tocar la partida de ingresos, podemos optar por las siguientes medidas:
  1. Reducir el sueldo de los empleados públicos, que es algo que ya se ha hecho y que se podría volver a hacer, pero que desde mi punto de vista no es justo y es la peor solución de todas.
  2. Reducir el número de empleados públicos, es decir, eliminar plazas. Esto es algo que no se ha hecho  y que desde mi punto de vista se podría hacer, puesto que creo que hay áreas de nuestras Administraciones que están sobre dimensionadas.
  3. Reducir los gastos de nuestras Administraciones en otras partidas que no sean las de personal y sin tocar en ningún caso los servicios ofertados en materia de "estado del bienestar", es decir, sanidad, educación, servicios sociales, etc, etc. Entiendo que a estas alturas, aquellos que de forma habitual leéis el Blog, conocéis de sobra mi opinión al respecto. Existe un margen importante para lograr reducir la partida de costes, proponiendo medidas de ahorro e incremento de la eficiencia, en algunos casos tan sencillas como apagar la luz cuando no se necesita, no imprimir aquello que no sea imprescindible imprimir, eliminado tareas que no aportan valor añadido en la tramitación de los expedientes, etc, etc.
Pues bien, partiendo de la base extensamente probada de que nadie mejor que los propios empleados que día a día están implicados en la fabricación de los componentes o la prestación de los servicios para identificar medidas de ahorro y mejora continua que permitan optimizar nuestra "cadena de producción", propondría el siguiente reto:
  • Necesitamos identificar, y sobre todo materializar, medidas de ahorro que consigan reducir los costes de cada Administración y para ello necesitamos vuestra ayuda.
  • El objetivo es que propongáis medidas que identifiquen ahorros para generar al menos un ahorro global igual al déficit de cada Administración. Para ello se establecerán las siguientes reglas:
    • Todos los niveles pueden y deben participar, incluidos los cargos políticos y de libre designación. 
    • Las medidas que cada empleado identifique deberán estar directamente asociadas al departamento al que pertenece, es decir, un jefe de servicio como mucho podrá proponer medidas que afecten a su servicio, un Director General como mucho podrá proponer medidas que afecten a su Dirección General, y así sucesivamente.
    • Las medidas no podrán repetirse y para evitarlo el orden de generación de ideas irá desde abajo hacia arriba, es decir, empezarán contribuyendo aquellos que tienen menos responsabilidad y acabarán haciéndolo aquellos que se encuentran más alto, siendo el último en hacerlo el propio Presidente del Gobierno.
    • El número de ideas que podrá proponer cada empleado estará limitado e irá decreciendo, hasta llegar al último nivel, que sólo podrá proponer una idea.
    • Una vez finalizado el proceso de generación de ideas todos los empleados dispondrán de cinco monedas para votar las cinco medidas que más les gusten, durante el periodo de voto nadie podrá ver el número de votos que ha recibido cada idea.
    • Las monedas de cada empleado estarán ponderadas en función de su nivel de responsabilidad, es decir, valen más los votos de aquellos que tienen más responsabilidad.
    • El valor de las monedas recibidas por cada medida será el orden de prioridad de cada una de ellas de cara a su puesta en marcha.
    • Las ideas serán sometidas a un análisis de viabilidad que verifique que son realizables en un periodo razonable de tiempo y que la inversión requerida para su puesta en marcha se justifica con el ahorro conseguido.
  • Partiendo de estos criterios se realizará la selección de las ideas y se empezará a trabajar en su puesta en marcha, reportando mes a mes la situación de cada una de ellas y el % de ahorro conseguido de forma global en la Administración.
  • Transcurridos 12 meses se evaluarán los resultados alcanzados y en función de éstos se adoptará la siguiente decisión:
    • Si el ahorro generado es mayor o igual al déficit, el 50% del excedente generado en la reducción de costes se repercutirá sobre los empleados de dicha Administración en forma de sueldo variable. Es decir, si el objetivo de una Administración es lograr un ahorro de 10 millones y finalmente logra un ahorro de 15 millones, el 50% de los 5 millones adicionales se utilizará para retribuir a sus empleados.
    • La retribución variable se repartirá de forma equitativa entre los empleados de la Administración atendiendo a los siguientes criterios:
      • El 50% será retribución base igual  para todos los empleados, es decir, 2,5 millones repartido a partes iguales entre el número de empleados.
      • El 50% se repartirá de la siguiente forma: se cuantificará la contribución al ahorro de cada una de las medidas y se repartirá la bolsa general de ahorro de forma proporcional a dicha contribución. La bolsa generada para cada idea se repartirá entre los empleados que votaron dicha idea, de tal forma que la retribución final de cada empleado sera inversamente proporcional al valor de las monedas que tenía, es decir, los empleados que se encuentran más abajo y que tenían monedas de menos valor serán los que más cobren.
    • Si el ahorro generado es menor o igual al déficit, el ahorro no conseguido se materializará mediante ajustes de personal, ya sea con reducción en número de empleados o con reducción de sueldos.
Y con esto acabo, este es mi reto, y aunque más de uno y más de dos estarán muertos de risa y creeran que me he vuelto loco, realmente creo que funcionaría, y que sería un primer paso entre los muchos que habrá que dar para cambiar la forma en la que trabajan nuestras Administraciones, pasando de un sistema totalmente basado en la ejecución de unos presupuestos, a un sistema radicalmente nuevo y distinto basado en el cumplimiento de unos objetivos, pero como mi intención es dedicarle a este capítulo una entrada completa, aquí lo dejo.

¿Qué pensáis?

miércoles, 7 de marzo de 2012

Si yo fuera Presidente cambiaría la gestión de los Recursos Humanos en las AA.PP.


Imaginemos por un momento que fuésemos empresarios y estuviésemos pensando en incorporar un par de personas a la red de ventas de la empresa, y que al hablar con el departamento de recursos humanos éste nos dijese: "Lo siento mucho, pero en esta ocasión no vas a poder entrevistar a los candidatos, para poder incorporar personal necesitamos convocar un concurso público, donde los candidatos que cumplan los requisitos mínimos, deberán pasar un examen en el que demostrarán sus conocimientos, en algunos casos relacionados con el puesto en el que se van a ubicar y en otros no, los dos candidatos que mejor nota saquen serán los elegidos... Una vez seleccionados, el candidato con mejor nota elegirá, de los dos puestos ofertados, cuál se quiere quedar, y cuál deja para el otro candidato... Cuando se incorporen firmarán un contrato que incluirá una descripción formal de las funciones de su puesto de trabajo, y esto es algo que a lo largo del tiempo no se podrá cambiar... A partir de ese momento los dos candidatos cobrarán exactamente la misma cantidad, compuesta por una parte fija y una variable que se irá incrementando según pasen los años en base a la antigüedad.... Ah!, y se me olvidaba, los dos candidatos serán contratados para toda la vida, con independencia de los resultados que den, de lo bien o mal que vaya la empresa, y de la carga de trabajo de la misma, una vez incorporados no se pueden despedir..."

Pues esto que visto así, con esta perspectiva, parece un poco raro, es a grandes rasgos, el modo en el que funciona la incorporación y posterior gestión de los recursos humanos en nuestras Administraciones Públicas. Los motivos que justifican este sistema son:
  • Unos lo defienden como una forma de garantizar un modo de acceso meritocrático, donde todos los posibles candidatos compiten en una oposición, para que sólo los mejores consigan la plaza. 
  • Otros lo defienden como una vía para evitar que los puestos directivos directamente ocupados por designación del partido político que gobierna puedan colocar a sus "amigos". 
  • Y otros muchos ni siquiera se plantean la idoneidad del sistema o no, directamente creen que debe ser así porque siempre ha sido así, porque en todas partes es así y porque no es posible otro modelo de incorporación y gestión de personas.
Y las consecuencias son:
  • Empleados poco motivados. El que por fin consigue una plaza, después de haberla sudado, sabe que esa plaza es para toda la vida, y no tiene ningún tipo de incentivo, más allá de su pasión y motivación personal, para desarrollar su trabajo:
    • Haga lo que haga no le van a despedir.
    • Haga lo que haga al final de mes va a cobrar lo mismo.
    • Si entra con ganas y motivado, a no ser que sea un super heroe, y de esos en nuestras Administraciones hay muchos, pronto se desmotivará. ¿Por qué? porque siempre tendrá al lado a alguien que no hace ni la mitad que él, que con la misma categoría cobra lo mismo, y que no tiene ni la mitad de carga de trabajo.
  • Administraciones mal dimensionadas. El hecho de que las plazas sean para toda la vida, y que la forma de acceder a ellas sea por oposición dificulta la incorporación rápida de recursos cuando éstos son necesarios y hace muy difícil, por no decir imposible, su reducción en momentos en los que se produce una caída en la actividad. La mejor forma de entender esto es con un ejemplo: año 2004, pleno boom inmobiliario, todos los Ayuntamientos de España inmersos en planes de reordenación del espacio urbano para ponerse a construir como locos, se dispara la oferta de plazas para la incorporación de arquitectos municipales. Año 2012, no se construye ni un chamizo, y lo que es peor, quién sabe cuándo se volverá a construir, los cientos por no decir miles de arquitectos municipales que se incorporaron en pleno boom inmobiliario, mucho, lo que se dice mucho trabajo, no deben tener. 
  • Nula Flexibilidad. Nada más lejos de la realidad que pensar en el reciclaje y aprovechamiento de los recursos en otras áreas diferentes a las que se incorporaron cuando superaron la oposición.  Siguiendo con el ejemplo anterior, los miles de arquitectos municipales que ya no tienen trabajo, son titulados superiores, y tienen un nivel de formación acorde a su titulación, a buen seguro podrían ser de gran utilidad, pero lamentablemente no lo son en otros puestos de responsabilidad relacionados o no con temas urbanísticos: 
    • En educación, donde podrían dar clases de multitud de asignaturas: matemáticas, física, química, dibujo, etc. 
    • En medio ambiente, donde a buen seguro, ya están al tanto de gran parte de la legislación ambiental.
    • En infraestructuras.
    • En el mantenimiento del espacio urbano, donde seguro que podrían aportar en áreas como la gestión de residuos o las actuaciones sobre el espacio urbano.
    • O en otras áreas, no relacionadas con su titulación, donde estoy seguro que con una pequeña formación podrían aportar valor suficiente.
Llegados a este punto, la pregunta es: ¿podemos hacer algo?¿es posible cambiar el modelo actual de gestión de recursos humanos en nuestras Administraciones? Mi respuesta es sí, podemos hacer algo, pero no basta con introducir pequeños o incluso grandes cambios en los estatutos que regulan la función pública, necesitamos un cambio radical y eso pasa por:
  • Eliminar el modelo de incorporación de personas por oposición, nuestras Administraciones tienen que funcionar como nuestras empresas, cuando necesitan personal lo contratan y si dejan de necesitarlo lo reciclan o lo despiden. Los procesos de selección tiene que ser parecidos a los de una empresa privada, porque más importante que la nota sacada por un candidato en un concurso oposición es su experiencia profesional, las habilidades que demuestra en una entrevista y su nivel de motivación para un puesto determinado.
  • Eliminar la organización de las personas en base a las famosas RPT (relación de puesto de trabajo), cuando alguien se incorpora a una empresa, lo hace en un puesto de trabajo, pero lo hace para lo que haga falta, hoy puede ser para trabajar en temas de urbanismo pero mañana igual haces falta para dar clases o para realizar inspecciones medioambientales, ¿por qué no?.
  • Modificar radicalmente los modelos de retribución y reconocimiento, o lo que es lo mismo, actuar como la empresa privada, e introducir modelos de retribución que tengan una parte fija y una parte variable ligada al cumplimiento de unos objetivos: individuales y departamentales.
  • Introducir un sistema de dirección por objetivos, que evalúe la actuación de cada departamento y del personal ligado a él, al cumplimiento de unos objetivos con criterios de máxima eficiencia económica. Para que nos entendamos, si mi misión es construir dos hospitales y para ello cuento con un presupuesto de 20 millones, si finalmente los construyo gastando sólo 18 y cumpliendo todas las especificaciones mejor que si gasto 22, y si para ello decido rodearme de gente de confianza, sinceramente, me da igual, como contribuyente lo único que me importa es que se maximicen los resultados conseguidos.  
Llegados a este punto, estoy seguro de que más de uno se habrá echado las manos a la cabeza, creerá que me he vuelto loco de remate y que introducir cambios como los que propongo llevarían al caos total, sin embargo yo no lo creo, ya hay países que tienen un funcionamiento del sector público similar al que aquí describo pero aunque así no fuese, no veo por qué este modelo que claramente funciona en la empresa privada, no es válido para la "empresa pública". 

Sólo una cosa más, si alguien leyendo esta entrada ve en ella una crítica hacia los miles de empleados públicos que día tras día, con enorme esfuerzo e ilusión desarrollan su trabajo, nada más lejos de la realidad. Llevo más de 10 años trabajando en la prestación de servicios a la Administración, y en todos y cada uno de los clientes en los que he estado me he encontrado con profesionales, que con todos los peros que aquí he expuesto, desarrollan su labor con un esfuerzo e ilusión que en muchos casos ralla la locura. Esos, que sin lugar a dudas trabajan por vocación para la Administración, tienen todo mi respeto y admiración, y no tengo absolutamente ninguna duda, de que en una Administración que incorpore los cambios que aquí describo trabajarían muchísimo mejor y aportarían muchísimo más valor del que ya aportan en la actualidad.

martes, 21 de febrero de 2012

Si yo fuera Presidente centralizaría la gestión de los sistemas de información


La medida es tan simple que creo podría ser la entrada más corta que he publicado hasta la fecha. Para ilustrar la entrada voy a tomar como ejemplo uno de los tres grandes niveles de actuación en los que se encuentran divididas nuestras Administraciones Públicas: las Comunidades Autónomas, pero el ejercicio podría hacerse de igual forma con el Gobierno Central o con los Ayuntamientos y las conclusiones a las que llegaríamos seguirían siendo exactamente las mismas.

En España tenemos 17 Comunidades Autónomas más las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla. Estas 17 Comunidades tienen competencias, salvo raras excepciones, idénticas o muy parecidas en sus distintos ámbitos de actuación: sanidad, empleo, turismo, servicios sociales, educación, medio ambiente, infraestructuras, etc, etc.

Para más inri muchas de estas competencias antes las prestaba de forma centralizada el Gobierno Central y como consecuencia de un proceso de descentralización, se han ido transfiriendo a las Comunidades Autónomas.

Pues bien tenemos 17 entidades, que a priori son muy parecidas, por no decir prácticamente iguales, que en la mayoría de los casos tienen sistemas de información propios, gestionados con recursos propios y totalmente independientes unos de otros.

Un ejemplo, todas las Comunidades tienen que realizar una gestión de sus recursos desde el punto de vista económico-financiero, desde el punto de vista de sus recursos humanos o desde el punto de vista de la recaudación de sus tributos, salvo pequeñas diferencias, sus contabilidades, sus finanzas, su marco de gestión de recursos humanos o la recaudación de sus tributos se rigen por reglas similares, muy parecidas, que tienen un carácter general y que no justifican en ningún caso, tener y mantener 17 sistemas de gestión económico-financiera, 17 sistemas de gestión de recursos humanos o 17 sistemas de gestión tributaria. Pues esto es lo que está ocurriendo, y lo que es peor, muchas de estas Administraciones creen que debe ser así, que es correcto, que ellos son diferentes al resto y que por lo tanto tienen necesidades específicas y propias que les obligan a invertir en la puesta en marcha y mantenimiento anual de sus sistemas de información. Si estimamos el coste de implantación de un sistema de información de este tipo, tirando por lo bajo, en 4-5 millones de euros y a eso le añadimos un gasto anual de mantenimiento de 1 millón de euros más, resulta que  sólo en la puesta en marcha de estas tres herramientas cada 10-15 años las Comunidades Autónomas se dejan 255 millones de euros a los que tenemos que sumar 51 millones de euros más que se dejan en concepto de mantenimiento.

Otro ejemplo, en aquellas competencias en las que inicialmente las Comunidades Autónomas no eran competentes, como la justicia, el empleo, la sanidad y la educación, y en las que, cuando se realizó la transferencia, entre los recursos transferidos se encontraban los sistemas de información, a día de hoy la mayoría de las Comunidades han desarrollado e implantado sistemas propios, y en aquellos casos en los que no lo han hecho y todavía usan los sistemas del Ministerio tienen en mente hacerlo.

Último ejemplo, la cosa no queda aquí, es mucho más grave, porque no sólo ocurre que cada Comunidad tiene sus propios sistemas, la cosa es mucho peor, en muchos casos dentro de cada Comunidad, las distintas Consejerías, Conselleries o como se llamen, tienen sistemas de información propios y distintos al del resto de Consejerías, que hacen exactamente lo mismo: mantener su página web, gestionar sus expedientes administrativos o enviar notificaciones a los interesados, y lo que es peor, en muchos casos insisten en que es necesario, en que ellos son diferentes.

Pues bien, le pese a quien le pese y le disguste a quien le disguste, no tiene ningún sentido. En pleno siglo XXI, con el foco puesto en el ahorro en costes, y con tecnologías ya maduras que hacen posible tener los sistemas de información en la nube (cloud computing), o incluso acceder a los sistemas de información en modo servicio (Software as a Service), no podemos permitirnos el lujo de seguir avanzando por esta línea. Imaginemos por un momento qué ocurriría si juntásemos todos los recursos de todas las Comunidades Autónomas y los empleásemos en el desarrollo de un único sistema de información compartido por todas ellas para cada una de las áreas. Para empezar me atrevo a decir que el 80% del presupuesto nos lo podríamos ahorrar, pero además con el 20% restante tendríamos super sistemas de información, con funcionalidades avanzadas, incorporando las últimas tecnologías y en constante progreso y evolución.

Y entonces, ¿por qué no se hace? Porque hasta ahora vivíamos en plena abundancia, entre recursos que parecían infinitos y que nos permitían apostar por la diferenciación, pero eso se acabó, la realidad es otra, e incluso es posible que como resultado de la crisis pongamos en orden algunas cosas. No tenemos un duro, somos poco competitivos y necesitamos reducir como sea los gastos de nuestras Administraciones Públicas, en definitiva, tenemos que cambiar nuestra forma de pensar y de actuar, y yo digo que si fuese Presidente,  esto lo haría.

lunes, 20 de febrero de 2012

Si yo fuera Presidente: Introducción


Hoy hace exactamente tres meses que el actual Presidente D. Mariano Rajoy fue elegido en las urnas por amplia mayoría absoluta y con el respaldo y la ilusión de un montón de españoles. Nos aproximamos pues a los 100 días de gracia, que por costumbre y cortesía hay que dar a todo nuevo gobierno.

Durante estos 90 primeros días, ya se han empezado a introducir algunos cambios significativos: la nueva reforma laboral, la subida del IRPF o la ley de estabilidad presupuestaria, desde mi punto de vista algunos más acertados que otros, pero en cualquier caso, lo que está claro es que todavía queda mucho por hacer.

Y como queda mucho por hacer, y parece que el Sr. Rajoy es un señor bastante receptivo y abierto a escuchar todo tipo de opiniones, yo me he decidido a iniciar una serie de entradas en el blog que tienen como único objetivo aportar algunas ideas sobre medidas concretas que se podrían adoptar, y que desde mi punto de vista ayudarían a España a salir de la crisis.

En paralelo, con carácter semanal twitearé alguna de estas ideas con el hastag #Siyofuerapresidente para que aquellos que me seguís en twitter y no tenéis tiempo para leer el blog podáis quedaros con las medidas más relevantes.

Mientras tanto atentos, porque mañana mismo empieza la serie con la primera entrada: Si yo fuera presidente centralizaría la gestión de los sistemas de información.

Espero que os guste porque parafraseando una charla memorable con mi amigo JJ: "Yo siempre he pensado que sería un buen presidente del gobierno, ¿tú no?"-"Pues la verdad, no sé, nunca lo había pensado"