martes, 11 de enero de 2011

Misión Imposible: Conseguir mi tarjeta SIP (2 de 2)

Lunes 10 de enero de 2011, 7:30 de la mañana, suena el despertador en casa de los Morales y animado por la importancia de tan señalada fecha decido salir de la cama inmediatamente: hoy por fin voy a conseguir mi tarjeta sanitaria, con total seguridad a la quinta va la vencida... O no.

Tras darme una buena ducha y tomarme un buen desayuno (nunca se sabe cuando le van a hacer falta a uno fuerzas para enfrentarse a alguien) me dirijo al centro de salud, eso sí, en esta ocasión acompañado de mi mujer. De camino al centro nos echamos unas risas pensando en qué puede ocurrir si por cualquier circunstancia no conseguimos nuestro objetivo, que ya no es tan pretencioso como el del día 29 de diciembre, ya nos conformamos con una cita previa.

A la llegada al centro (quinta visita) la actividad es considerable, enfrente una cola con unas 4-5 personas, y el mostrador de la muerte. Tras dos minutos de espera llega mi turno: (DM) "Buenos días, mire vine el día 29 a pedir una tarjeta sanitaria para mi y otra para mi mujer, presentamos toda la documentación, nos dijeron que nos llamarían y hasta hoy... más allá de las tarjetas, que si es posible TAMBIEN las queremos, nos gustaría que nos consiguiese una cita previa para mi mujer que está de 8 meses y medio, se encuentra mal y necesita que le den una baja" (AA1- Y digo AA1 porque en el mostrador había 2, el que me atendía a mi: AA1, y el que tenía la oreja pegada: AA2) "Por favor dígame su nombre y apellidos y los de su mujer".

Provisto de la información se da la vuelta se dirige al cajón de las tarjetas hechas y allí no está. (AA1 a DM) "Dice usted que lo presentó el día 29, pues aquí no está, parece que no está tramitada". (AA2) "Claro si lo tramitó el día 29 es posible que no esté porque el último día que se pudo tramitar fue el día 30" (Mi mujer) "Perdone señora pero el día 29 fue hace 12 días, el día 30 fue laborable y es posible que el 31 también, pero más allá de eso también lo fueron el día 3, el día 4, el día 5... si a usted le parece normal...". Llegados a este punto mi mujer que impone mucho más respeto que yo ya había amedrentado a AA2 que rápidamente reculó con un "Anda pues sí, tiene razón...".

Sin más AA1, que por cierto fue el mismo que recogió las instancias el día 29, se dirigió rápidamente a la carpeta de las solicitudes pendientes: "Pues aquí tampoco están... espere un momento por favor, que voy a hablar con la supervisora". Creo que os podéis imaginar mi cabreo a estas alturas... yo no podía parar de pensar en qué iba a hacer si no me daban una solución al problema.

De vuelta de la supervisora AA1 me indica que va a mirar dentro en la mesa de la persona responsable de la aprobación: EUREKA, allí están la mia y la de mi mujer, y lo mejor de todo exactamente igual que las dejamos el día 29 de diciembre, es decir, sin ningún tipo de aprobación por parte de nadie. A su llegada al mostrador AA1, que en el fondo parece uno de los AA más eficientes en ese centro de salud, decide coger el toro por los cuernos, hacer dos tarjetas SIP provisionales (¿Cuántos viajes me habría ahorrado si hubiese hecho esto el 29?), y darme una cita previa: "hoy a las 15:45, ¿le viene bien?".

Resumiendo todavía no tengo mi tarjeta SIP (la que tengo es provisional), me he dado CINCO paseos al centro de salud, y lo que es peor, me he pillado tres o cuatro cabreos, pero más allá de eso mi cabreo viene por mi impotencia al ver cuan mal funcionan los servicios públicos y qué poco podemos hacer.

Por mi cabeza pasan preguntas del tipo: ¿Para qué vale el número SIP?, ¿Qué aporta el número SIP que no tenga el número de la seguridad social y cuánto dinero nos cuesta?, ¿Para qué hay dos AA administrativos los días de fiesta si sólo se atienden urgencias?, ¿Qué valor aportan los AA en la prestación del servicio sanitario?, ¿No se podrían automatizar sus tareas?, y así podría seguir un buen rato.

El problema en sí es complejo, las soluciones pueden ser múltiples y la culpa en realidad no es de nadie. No es culpa de los AA, ni de los responsables de la Conselleria de Sanidad, ni de los pacientes, ni del sistema y sin embargo yo creo que es culpa de todos:

  • Es culpa del sistema porque la forma en la que se gestiona la Administración y los recursos humanos dentro de ésta no es la correcta (o al menos eso opino yo).
  • Es culpa del paciente porque con nuestras conductas irresponsables no contribuimos a una gestión eficaz (¿cuánta gente va al médico de forma sistemática por costumbre o a por recetas?) y porque nosotros elegimos a los responsables de la Conselleria (aunque yo creo que los responsables no influyen porque aunque fuesen otros, o incluso de otro partido no cambiaría nada, y si no compárese el servicio con el de cualquier otra Comunidad Autónoma).
  • Es culpa de los responsables de la Conselleria porque sólo hace falta darse un paseo por un centro de salud para ver a simple vista qué es lo que no funciona y qué habría que mejorar (aunque una cosa es darse cuenta de lo que pasa y otra muy distinta es tener las herramientas necesarias disponibles para poder cambiarlo).
  • Es culpa de los AA porque aunque en el fondo son unos mandados podrían contribuir a mejorar el servicio con tonterías como mirar en una caja si hay una tarjeta con un nombre y unos apellidos, que digo yo, que eso, mucho, no debe cansar... (aunque en el fondo esa actitud es consecuencia del sistema y de la forma de gestionar los recursos que no motiva un comportamiento distinto por parte de los AA).

Y hasta aquí mi post, espero que os haya gustado.

4 comentarios:

  1. Lo que da miedo es que con una tarjeta provisional, igual la baja de Marina, el diagnostico, las prescripciones e incluso el parto tambien pude llegar a serlo, no??
    Animo machote!

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  2. Si eso ocurriese "provisionalmente" tendría el derecho moral de deja de pagar mis impuestos, ¿no crees? En cualquier caso ya sabes que los provisional muchas veces se convierte en eterno o lo que es lo mismo ya me he hecho a la idea de que esta tarjeta va a ser mi refinitiva

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  3. Estoy deseando leer los papeleos del recién nacido! jajaja
    Mi hija ya va por la segunda tarjeta provisional, así que tranqui que estaréis cubiertos el tiempo que lo necesitéis.
    Besos!

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